En el recuerdo de todas sus hermanas, estaba lo que ocurrió a sor Leonor, el día de la Ascensión al Cielo del Señor:
Estaba sor Leonor con las demás monjas en el coro, solemnizando con el canto del oficio Divino, la Fiesta del Señor. Era tal el deseo de que la muerte abriera para ella las puertas del Cielo, que anhelaba morir aquél día. Eran las tres de la tarde. Y Cuando hubo terminado la celebración litúrgica, no pudo contener los sollozos…las monjas creyeron que se trataba de algún malestar físico, y le preguntaron qué le pasaba: “¿No ven cómo se ha ido y me ha dejado?”, contestó entre suspiros y sollozos. Ya no podía vivir por más tiempo en la tierra.
-¿Este deseo de sor Leonor de unirse a Dios, te deja alguna inspiración o motivación en especial?
Te leemos…