El 19 de mayo de 2018 el Santo Padre Papa Francisco declara Venerable a sor Leonor de Santa María “Las virtudes heroicas de la Sierva de Dios Eleonora di Santa María (nacida: Isora Maria Ocampo), una monja profesa de la Orden de San Domenico; nacida el 14 de agosto de 1841 en Cerro Famatina (Argentina) y fallecida en Córdoba (Argentina) el 28 de diciembre de 1900)”.
Se trata del primer aniversario del reconocimiento por parte de la Iglesia, (Decreto en español ), de las virtudes en grado heroico de sor Leonor. Mujer sencilla, religiosa contemplativa dominicana que vivió animada por el Amor a Dios, la confianza y la intercesión constante por sus hermanos, dejando hoy un mensaje de esperanza y alegría predicando la gracia con su vida.
Para la familia dominicana en Argentina es la primera monja contemplativa camino a la santidad, para la Comunidad del Monasterio Santa Catalina de Siena de Córdoba, un momento especial para agradecer.
“La santidad embellece tu casa a lo largo de los tiempos” (SL 92, 5b). El 19 de mayo del 2018 el Papa Francisco firmó el decreto en el cual reconocía las virtudes heroicas de nuestra hermana Sor Leonor de Santa María Ocampo, por eso al recordar este acontecimiento de gracia como comunidad elevamos nuestra acción de gracias a Dios Padre por este don para nosotras, para la iglesia que peregrina en nuestra Patria y por permitirnos tenerla como fiel intercesora en el cielo” expresaron en un mensaje las monjas catalinas quienes ofrecerán una misa en acción de gracias el domingo 19 de Mayo a las 10:00 en el Monasterio.
Un milagro
El Subsecretario de la Congregación para las Causas de los Santos, P. Bogusław Turek, explicó este lunes 13 de Mayo en un encuentro con los obispos argentinos en la Congregación para las Causas de los Santos en Roma, que quedaba concluida la fase romana en la Causa de la Venerable sor Leonor “de esta Causa ya se había concluido el trayecto romano con la declaración de Venerable por su vida virtuosa en grado heroico, dispuesta por el mismo Santo Padre hace justamente un año, y con el Decreto correspondiente que también ha sido enviado a la Argentina”.
Así lo destacó el obispo emérito de Mendoza al concluir la reunión del pasado 13 de Mayo en Roma.
Ahora resta un milagro que consagre a sor Leonor Beata. La verificación de un milagro daría paso a la Beatificación de la venerable sor Leonor. Por ello, quienes la han conocido e invocado, agradecen tantas gracias recibidas por su intercesión y muchos más siguen recurriendo a ella para pedir cuanto necesitan para que pronto pueda ser reconocido un verdadero milagro. (Oración y gracias)
Misas en la tierra natal
En La Rioja tierra natal de sor Leonor, se rezará este fin de semana, en las intenciones especiales de la Novena en honor a Santa Rita que se está celebrando en Chilecito; y en Sañogasta se pedirá en acción de gracias en la misa que se celebrará en la Capilla San Sebastián, Iglesia tan querida por Isora del Tránsito y su familia.
En este link accedes al Decreto de sor Leonor declarada Venerable, copia original Decreto Virtù Ocampo / Decreto en español
Traducción no oficial
CONGREGACIÓN PARA LAS CAUSAS DE LOS SANTOS
Córdoba en la Argentina
BEATIFICACIÓN Y CANONIZACIÓN
de la Sierva de Dios
LEONOR DE SANTA MARÍA
(en el siglo Isora María Ocampo)
monja profesa de la Orden de Santo Domingo
(1841-1900)
DECRETO SOBRE VIRTUDES
“encontré al amor de mi alma, lo abracé y no lo soltaré”
(Cant. 3,4)
Con una inusitada experiencia espiritual, la Sierva de Dios Leonor de Santa María (en el siglo Isora María Ocampo) encontró el modelo de la esposa del Cantar de los Cantares en las Sagradas Escrituras, y de esa manera conformó la consagración de sí misma a Cristo Esposo.
La Sierva de Dios nació el 15 de agosto de 1841, en el lugar llamado Cerro de Famatina, donde la guerra civil estaba provocando violentos enfrentamientos. El mismo día recibió el bautismo en su propia casa. Su familia era de clase media, poseía extensas tierras y gozaba de la estima de la sociedad; su padre fue ministro de gobierno e intervino precisamente en las dificultades que entonces padecía la sociedad argentina y americana.
Pasó su infancia en el pueblo de Sañogasta, donde siendo aún pequeña manifestó su espíritu de piedad, de pobreza, de bondad y de amor hacia los más pobres. Su mayor deseo desde niña fue complacer en todo a Dios y a la Virgen. De joven ya era contemplativa y transparente de alma, y creció en la fe acompañada por el feliz ambiente de su familia, que se reunía diariamente para rezar el Rosario.
Con ocho años de edad perdió a su madre y esto fue muy importante para ella, de manera que adoptó a la Virgen María como su propia madre. A los trece años su padre la llevó a La Rioja, donde compartió el hogar de sus primas. Allí permaneció unos cinco años, donde encontró un ambiente mundano, en el cual su inclinación a la contemplación, sus devotos ejercicios de piedad y sus deseos de silencio y contemplación fueron tratados con hostilidad o al menos con indiferencia.
A la edad de dieciocho años tuvo que trasladarse con su padre y una hermana menor a San Juan, por los compromisos políticos de su familia. La nueva situación parecía más apta para favorecer su inclinación contemplativa. Isora fue conociendo cada vez más su vocación querida por Dios; y por esta razón incrementó su vida espiritual, sobre todo por una participación más frecuente del sacramento de la reconciliación, de la santa Misa, y de las obras de misericordia, en especial para con los enfermos. Aunque sus familiares le presentaron inconvenientes, en el año 1868 ingresó con las monjas dominicas de Santa Catalina de Córdoba, y tomó el nombre religioso de sor Leonor de santa María. Hizo su profesión solemne el 7 de julio del año siguiente.
La Sierva de Dios llevó en el monasterio una vida fervorosa y observante, en obediencia a su confesor. Escribió una Autobiografía que nos permite conocer la grandeza de su camino espiritual. Este escrito suyo estaba fundado en la primacía absoluta de Dios sobre su vida, del cual surgía un deseo eminentísimo de santidad. Su entrega a Dios se manifestaba en el ardor y la estrecha unión con Él, mientras que sus acciones eran acompañadas de alegría y serenidad. A su natural bondad y expectativa de un mundo feliz, se añadieron en ella sentimientos de amor, suavidad y comprensión.
En la comunidad monástica, sor Leonor alcanzó el nivel más alto de comunión con Dios. Ejercitó al extremo la caridad con sus hermanos, desempeñó los servicios más humildes, fue enfermera y provisora ayudante. Cultivó las virtudes de forma permanente: en su rostro se reflejaban la clemencia y la humildad, vivió con diligencia y constancia en paz, alegría y dulzura; lo cual exigía gran entereza de ánimo, madurez humana y sobre todo amor a Dios y al prójimo. Venció las dudas y dificultades entregándose con plena confianza a la voluntad de Dios y dedicó toda su vida a buscar el rostro del Esposo.
Después de una vida de cotidiana fidelidad, en noviembre de 1900 enfermó de una grave neumonía que la llevó a la muerte el 28 de diciembre de ese año.
Considerando su fama de santidad, se realizó el proceso diocesano en la curia de Córdoba (Argentina), desde el 1 de octubre de 2003 hasta el 14 de agosto de 2004, cuya validez jurídica fue aprobada por decreto de esta Congregación para las Causas de los Santos, del 2 de marzo del 2009. Preparada la Positio según las normas acostumbradas, se comprobó que la Sierva de Dios había ejercitado las virtudes en grado heroico. El congreso de Teólogos fue realizado con resultado favorable el 15 de febrero de 2018. Los Padres Cardenales y Obispos reunidos en la sesión ordinaria del 15 de mayo de 2018, presidida por mí Angel Cardenal Amato, declararon que la Sierva de Dios había vivido las virtudes teologales, cardinales y adjuntas en grado heroico.
Hecha finalmente una esmerada relación de todo esto al Sumo Pontífice Francisco, por el suscripto Cardenal Prefecto, Su Santidad, habiendo recibido y confirmado el voto de la Congregación para las Causas de los Santos, hoy ha declarado:En el caso y para el efecto que corresponde, hay constancia de las virtudes teologales de Fe, Esperanza y Caridad hacia Dios y hacia el prójimo, y de las cardinales Prudencia, Justicia, Templanza y Fortaleza, como de las adjuntas, de la Sierva de Dios Leonor de Santa María (en el siglo Isora María Ocampo) monja profesa de la Orden de Santo Domingo.
El Sumo Pontífice ha dispuesto que el presente decretose hiciera público y fuera consignado en las actas de la Congregación para las Causas de los Santos.
Dado en Roma, el día 19 de mayo del año del Señor 2018.
Ángel Cardenal Amato SDB, prefecto
Marcelo Bartolucci, arzobispo tit. Maveniensis, secretario