El Tiempo de la Creación es la celebración cristiana anual que nos convoca cada año para orar y responder juntos al clamor de la Creación: la familia ecuménica de todo el mundo se une para escuchar y cuidar nuestra casa común. La “Celebración” comienza el 1 de septiembre, Fiesta de la Creación, y concluye el 4 de octubre, Fiesta de San Francisco de Asís, el santo patrón de la ecología amado por muchas confesiones cristianas. Sor Leonor siempre experimentó un gran cariño y admiración por la creación, porque ella le llevaba a Dios.

Cuando tenía 4 años hubo una gran peste que afectaba tanto a niños como adultos con verrugas, a sor Leonor le afectó quedando tullida y estuvo en un estado nervioso que la perturbaba y lo único que hacía era llorar. El mejor remedio fue pedir que la lleven a una ciénaga cercana, dejemos que nos lo cuente ella:
“Y viendo que nada me gustaba, me pregunta la que me paseaba, que a dónde quería ir. Yo dije que a una ciénaga donde había unos arroyos de agua muy lindos; y se veía allí toda clase de pájaros, con quien yo tenía encanto. Allí me tenían todo el día y esto me entretenía y consolaba mi alma y sanaba el cuerpo. No sé por qué sería que la vista de los pájaros influían tanto y me hacían conocer y amar a Dios. Sin nada más que este paseo quedé tan sana, y puedo decir que es la única enfermedad grave que he tenido.”

Todo la llevaba a Dios y el estar pensando y meditando en él era su gozo y paz. Estando ya en el Monasterio cuidaba con mucho esmero un pequeño jardín de flores, cargando el agua en grandes baldes que ella llevaba.
-¿Contemplar la naturaleza te ayuda a conectar con Dios, a alabarle y darle gracias?
Gracias, leemos tu comentario.